sábado, 21 de septiembre de 2013

La influencia del islam sobre Dante


¿Cuál fue la relación de Dante con el islam? El muy difamado sacerdote y erudito español Miguel Asín Palacios realizó un trabajo innovador en los primeros años del siglo 20 sobre la influencia del islam, mediada a través de la Andalucía morisca, sobre Dante. Su obra provocó confusión en las filas de los "dantistas" en Europa, que la atacaron como un intento de "descristianizar" a Dante. Estudiosos serios realizados después han llevado a reconocer finalmente que Asín Palacios estuvo en lo correcto.
Empecinado en probar una influencia árabe sobre Dante, Asín Palacios ha mostrado de manera incontrovertible que el leitmotiv de la Commedia, el ascenso del hombre (el peregrino Dante) al Paraíso, surge de un episodio de la vida de Mahoma apenas esbozado en el Corán, mismo que fue el tema de varios poemas árabes extensos. En la literatura árabe el episodio es conocido como el mi'ray, que relata el ascenso de Mahoma de Jerusalén al Paraíso, y era muy conocido en la España y la Italia del siglo 13. Brunetto Latino, el maestro de Dante, también lo relata en su Tesoro.
El que Dante estaba familiarizado con la filosofía árabe está ampliamente documentado en sus propias palabras, sea en el Convivio o en la misma Divina Comedia. La descripción que hace Dante de Mahoma, confinado al círculo de los cismáticos, tiene una riqueza de detalles sobre la lucha faccional interna en el antiguo islam tal, que nadie más en Europa conocía. Además, Dante explícitamente reconoce su deuda con los grandes filósofos musulmanes como al–Kindi, al–Farabí, Avicena, al–Fragani, ibn'Arabi y muchos otros en sus obras en prosa. Es en gran medida a través de los árabes que Dante tuvo acceso a la ciencia platónica de Grecia.
Lo importante en la relación de Dante con el islam no son, sin embargo, los "motivos literarios" o las "influencias" que uno pudiera entresacar para propósitos de "crítica literaria". Lo que importa es cómo Dante enfocó la cultura árabe islámica. Su enfoque fue muy parecido al de Lulio, cuya obra era conocida por Dante.
Podría verse la Commedia, en cierto sentido, como la respuesta dialógica de Dante al islam. Si se piensa lo profundo que había penetrado la cultura árabe musulmana en la Europa del siglo 13, cuando Dante escribía —tanto negativamente, en la lucha en torno al averroísmo en París, como positivamente, en los logros envidiables de Andalucía y Palermo— sería imposible que una persona como Dante no conociera o fuera indiferente a sus implicaciones. Hay razones para hipotetizar que Dante escribió la Commedia de manera conciente, aunque no exclusivamente, como una respuesta al islam como la de Raimundo Lulio.
Había una cultura, una cultura musulmana, que había logrado un grado de excelencia social y cultural extraordinario en España y el sur de Italia, y que había sido conformada por una cosmovisión religiosa transmitida a través del Corán, un poema en el "alto" árabe vernáculo aprendido de memoria por la mayoría de los musulmanes. Dante, en su De vulgari eloquentia, había hecho clara su intención de componer una obra maestra poética forjando una lengua nacional vernácula italiana, que se constituiría en la base epistemológica, moral y religiosa de un Estado nacional italiano. ¿Qué mejor medio que citar un motivo del Corán, elaborado en la literatura musulmana, que describir el ascenso de Mahoma, pero transformándolo en el ascenso del peregrino cristiano, Dante, al Paraíso?
Esta es la manera de Dante de demostrar (como Lulio lo había hecho de otra forma) su creencia en el mayor avance de la cosmovisión cristiana, en términos comprensibles para aquellos formados bajo la hegemonía de la cultura árabe.
El tema central de la Commedia es la Trinidad; no sólo es el poema entero trinitario en su forma, sino que el proceso a través del cual el peregrino Dante (y por tanto el lector) avanza, desde los parámetros intelectuales y morales del Infierno, a través del Purgatorio hasta el Paraíso, es la prueba de la Trinidad. Es a través del proceso de autoperfección del peregrino Dante, y de su creciente dominio de las leyes del universo de Dios, como gana acceso al campo de la ciencia que es el Paraíso. Es a través de este proceso que el hombre prueba la congruencia entre su mente y el ordenamiento divino de la creación. El poema de Dante es la prueba decisiva, en términos cristianos, de la imago viva Dei y de la Trinidad, que es la visión final del último canto.

Dante allighieri- Divina Comedia
El poder del individuo
El poema de Dante tuvo el mayor impacto sobre el Renacimiento previo a la convocatoria de Cusa del Concilio de Florencia. No deja de ser de lo más importante que su poema aportó el vehículo poético a través del cual la población italiana no sólo llegó a alfabetizarse, sino que se educó en los conceptos fundamentales del cristianismo. En tiempos de Dante la Biblia no era accesible al grueso de la población; no obstante, la Commedia llegó a ser el texto que era recitado y comentado en las iglesias y en la Florencia en los siglos 14 y 15, de un modo asombrosamente parecido al que se recitaba y comentaba el Corán entre los musulmanes en la misma época en otras partes de Europa. La Commedia era el libro de cabecera de Brunelleschi. Leonardo se la sabíoa de memoria. La obra de Dante absorbió la totalidad de la ciencia árabe (como él mismo lo reconoce), tanto directamente como a través de la obra de arabistas cristianos tales como Roger Bacon, Robert Grosseteste y otros, en perspectiva, física, poesía y música. Pero lo hizo de una forma tal manera que celebrase el poder del hombre cristiano hecho a imagen de Dios, de hacerse de ese conocimiento.
Es el hacer este énfasis en el individuo considerado de forma aislada, como la imagen particular del Dios universal, lo que permea la explosión de actividad creativa en el Renacimiento italiano. Aquí tampoco es aventurado hipotetizar que la excelencia creativa, particularmente en las artes figurativas, representaban una respuesta indirecta al islam. Aunque la ciencia de la perspectiva, como Dante entre muchos otros da fe, fue mediatizada y ulteriormente desarrollada por los árabes de Europa, fue el Renacimiento cristiano platónico, sin embargo, el que aplicó esa ciencia de la perspectiva para exaltar la posición del ser humano en el espacio universal.
El islam, al rechazar la representación de la forma humana en el arte, carecía de los medios para hacer sensible visualmente la noción del hombre en tanto imagen viva de Dios. El arte cristiano del Renacimiento se aprovecha de esta capacidad (de la que se adolecía totalmente en el arte bizantino anterior, aunque formalmente pinte la figura humana), para presentar la idea de lo universal a través del individuo.
Así, el proceso que se despliega a partir de Raimundo Lulio y Dante Alighieri hasta el Renacimiento del siglo 15, bien podría verse como un gran diálogo en el que el tema de la relación entre el hombre y Dios lo desarrollan los platonistas en un contrapunto de la herencia islámica europea y sus interlocutores cristianos humanistas. Ese debería ser el espíritu del diálogo ecuménico hoy.
—Traducción de Jaime García N. y Ludwig García A.

Tumbas Lejanas

"Sin heridas"

  Si es verdad que aparecemos, en un punto donde el encuentro se repite, con otra voz otros ojos otro amor para existirnos, en el abrazo con...