Rígida de estupor, por tu belleza
respira el alma, por el sueño
se contempla en lo infinito...
en los leños sagrados de la llama
pura, santa, eterna
como el cielo
Paciente como el duelo
de las madres
que lloran a sus hijos
Erguida en la presencia del oprobio
luminosa ante el odio
nostálgica de ausencias
presurosas...
En tus baldozas opacas
brilla el tiempo
caminan los siglos
tus pasajes
Es una piedra colgada en nuestro pecho
cada mártir...
cada gota de sangre
cada olivo
con sus raices al aire
Soy luciérnaga en tus calles
una luz de esperanza
escondida en las piedras
como un ángel sin alas
que despierta
en una lágrima
Eres reloj de arena
Jerusalém amada
colgado entre las ramas
del tiempo
el punto en que reposa la mirada
el Dios eterno
LLevaremos tu espada
con orgullo
entre capullos de seda...
donde guarda el alma las quimeras
para batirse a duelo
donde entrelazan las alas
con el cielo
en la avidez de volar
Allia Hakima Kader Tetik
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