El carro del dolor va solo
tirado por ángeles de vidrio
volviendo y partiendo
estancado en las flores
marchitas, floreros de latón
con agua putrefacta
en recodos secretos
de llanto falso
que se vuelve veneno
Lo cierto es que no hay nada
ni camino ni carro ni desierto
nada que no sea la nada
el sueño hilvanado de deseos
por continuar la nada
se fueron
se esfumaron
partieron
no más vestidos negros
no más hipocrecía acumulada
no más caminar la distancia
de los muertos
la nada...
Alia Hakima Kader Tetik
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