"Sin perfumes a otra"

Los días de tu traición se han acabado
la loca desatada se marchó
la que hurgaba en tu ropa
los perfumes
las huellas de la otra
se acabó


Los días de tu traición se han acabado
no hay manos temblorosas esperando
ni ojos exaltados de locura
no hay un corazón como potro
desbordado, de enojo,
de amargura

Los días de tu traición se han acabado
las miradas esquivas del engaño,
tus ojos pensativos recordando,
las cenas sin horarios,
mil preguntas sin respuesta,
la mueca de tus labios,

Los días de tu traición se han acabado
sellé mi boca, tapé mis oídos,
 vendé mis ojos para no mirarte
anestesié mi piel para no sentirte
amordacé el corazón para no nombrarte

con frazadas de hielo, me acosté
en almohada de púas, a tu lado
esperé, cada día, que pasara el tiempo
soportando el tormento de mi alma

Vestida de tristeza en las mañanas
desayunaba el duelo, anestesiada
invisible, fantasma de pájaros
fantasma de mariposas coloreadas
sola, engañada, bebiendo tu veneno

Deslicé mi cuerpo debajo de las ramas
ramas de recuerdos, de momentos
me parí a mi misma, con los puños cerrados
con los ojos cerrados, con el llanto,
pujando la esperanza,
un nuevo día
con rasguños y heridas,
pero en otro lado

Amanecí sin sombras del letargo
sin tenerte a mi lado
sin pecado ni esperas
sin locura ni espanto
sin preguntas, ni penas
sin mentiras ni engaños

Sin tus ojos pintados de sexo
con sombras de pecado
sin tu aliento a otra boca
sin tu pelo enredado en sus dedos
sin perfumes a otra.

Aisha Hakima Kader Tetik
todos los derechos reservados

Tus mil adioses (Para Selima)

Por el poema que te debo
hoy te vi
dos, tres veces,
te vi esperando
te vi triste,
te vi sola,
recordándonos
arrepentida

Por el poema que te debo
amiga
soy hada sobre el piano
danzando
buscando esa melodía
que tanto te gustaba
para imaginar que aplaudes
con alegría
tu canción preferida

tus mil adioses
que mi distracción evadía
o solo mi conciencia no quería,
asimilarlos

Aceptar que te ibas
lentamente
sin sonidos estridentes
te alejabas de la vida
con heridas, maltrecha
arrojada al olvido

abandonada de aquellos
que querías...

mi amiga, confidente
testigo de mil horas
presente en las caídas
y subidas, en los duelos
en las fiestas, en los hechos
que enmarcó tu risa

Por ese poema que te debo
hoy me acordé de ti
y le dije al dolor que me dejara
un momento, que descansara
en mi sombra para hacerte
estos versos,
que te hacían llorar
cuando leías

hoy no llores amiga
hoy puedo decirte
que no vale la pena
que la muerte es mezquina
pone vallas,
nos va distanciando
de los muertos
se olvidan los perfumes
se olvidan las rutinas
se olvidan los recuerdos

se secan las lágrimas
continúa la vida

se desviste de aquellos
que anduvieron un día

no hace monumentos
ni al amor ni a las madres
ni a tus manos dolidas
que, fregaron
ni tu espalda torcida por los niños
ni a tus pies tan hinchados

Me da pena contarte
que todo fue en vano
ya nadie te recuerda
ni los más cercanos

hoy no llores amiga
no lleves tus tristezas
para el otro lado
se feliz y descansa
tus penas se han saldado
has dejado un poema
en mi alma y mis manos

Aisha Hakima Kader Tetik
todos los derechos reservados