SINOPSIS
Para ser sincera, nunca pensé que mi vida cambiaría tanto, como cuando un turco se cruzó en mi camino.
Era febrero, Cada mes va teniendo su propio significado con el tiempo, para simplificar la vida.
Aniversarios, festivos o de muertes, azaleas en setiembre, fiestas en diciembre, playas en enero.
Hoy, febrero, es el día que solté amarras hacia la vida real que se desarrolló en un sueño.
Es el mágico sendero de los que sin querer se atreven. Sin saber se animan. Sin esperar nada esperan todo.
Febrero es caminar a lo imposible y traerlo como una paloma mensajera a tu regazo.
Blanca, inocente, pura, vital, serena, vibrante, indicando con el punto negro de sus pequeños ojos, un punto final.
No se muy bien como se cae en ese hueco de la vida donde no se puede hacer pie. Tal vez la distracción o la certeza que algunas cosas solo suceden en la películas o a otras personas pero nunca a nadie tan simple como uno piensa que es.
La paloma que trajo ese punto final en sus ojos me sacó de ese hueco de la vida.
Tal vez era la oruga de la leyenda y como a ella fui transmutando hasta tener alas.
Lo cierto es que aquella mañana cuando envié el mail sobre Palestina, solidarizándome con su lucha, a quienes figuraban en mi perfil como similares, a los pocos días recibí un:
merhaba!
Así se abrirían la puertas del cielo y del infierno, porque solo los que lo han experimentado saben lo que significa un amor a la distancia.
No reconocí el idioma, me sonaba a alemán, pero...........(Párrafo de "Te Nombré Kader")
