sábado, 18 de diciembre de 2021

"20 y 21"

Lanzar una botella al mar | Vanguardia.com

Años donde fuimos hámsters, quedándonos en casa, pero sin rueda, más que los medios, uno tras otros, contabilizando muertos.
Años donde la vorágine de vientos externos y extraños, intentaron llevarse nuestras costumbres, nuestra cultura, nuestra historia, nuestra fe y esperanza. 

 
Años de naufragar en océanos desconocidos, como botellas al mar pero sin mensajes.
Años de estar centrifugados, en una maquinaria virtual, sin saber cuando y quien apretaría el botón que indicara el stop.
Años de mentes que se fugaron para  no volver.
De violencias recién estrenadas para un baile con máscaras de terror.
Años donde las fieras tomaron las calles, para impedir que saliéramos, en un acto de arrojo, por recuperar nuestra libertad y nuestros derechos.
En fin, lo que todos sabemos, que cada cual sintió, cuando se apagó la luz. 


Tal vez, alguien recuerde "el gran apagón" que precedió a la pandemia y ese haya sido el comienzo de este "juego del calamar", donde participamos, sin haber sido sorteados, sin opciones, sin resistencia, con la cabeza y el alma, sembrada de preguntas sin respuestas. 


Dios fue reemplazado por Tedros Adhanom, un Moisés aggiornado que bajaba las tablas desde la montaña con sus protocolos. Un nuevo mesías inventando la vida y la muerte.
El camino de la humanidad marcado con flechas punzantes de vacunas, indicando que nadie fuera de ahí, subsistiría.
Y se llevaron primero, los abuelos, vacíos quedaban los geriátricos con sus salas y viejos televisores de entretenimiento, esos que miran "como la vaca mira el tren cuando pasa" sabiendo que un día vendrán por ella, por su carne, por su leche, por su vida y por sus hijos.

Pero como esta navidad, las luces comenzaron a encenderse poco a poco, uno acá, otro allá, comenzaban a comprender lo incomprensible. 


Hoy, un enorme haz de luz, nos inunda de claridad desde las estrellas, porque todo lo que está arriba, está abajo y bajaron las señales para el discernimiento.


Desde Dios, siempre eterno, supremo, omnipresente. 


Desde Dios, que dividió el camino, en luz y oscuridad, verdadera y única grieta de los siglos.  


Y hago de esta, mi visión, un deseo enorme de luz, para aquellos que mantienen su fe viva, en el único creador de la vida, la muerte, la humanidad y el universo: Dios

Feliz navidad, Feliz año 2022!
A.P.

viernes, 10 de diciembre de 2021

"El camino de flechas amarillas "

 

 Camino de Santiago: peregrinos en el Año Xacobeo 2021-2022 contra viento y  pandemia 

 

Gracias madre, por la democracia que me legaste, porque más allá de lo que narren los medios y textos históricos, a conveniencia de uno y otros, a vos particularmente quiero agradecerte, por todas tus luchas, creatividades, arte desplegado en la política, tus estrategias que han dejado pata para arriba, situaciones,con un solo girar de tu lápiz imaginativo.

Porque ya no se trata de hablar de pobres ni desposeídos, hoy los desposeídos somos todos y mucho más la clase media, que surgió de aquellos trabajadores, como vos, que hicieron la patria grande.

De mis abuelos, que trajeron semillas del imperio otomano, para que crezcan en un suelo que se les brindó solidario, a ser engendrado. 

Agradezco la perspectiva que me has dado, contándome oralmente la historia, como ha sido desde el principio de los tiempos, escrita y oral, sólo que la escrita ya tiene dueños.

Agradezco, el verbo de la palabra, cuando me narras tu verdad con fechas, hechos, algunos muchos transitados en la clandestinidad, como la hora lo imponía.

Otros, deslizándote entre espacios adversos y sorteando situaciones mucho más que peligrosas. 

Agradezco tu militancia y supervivencia, nunca reconocida por que no conviene. 

Conviene hablar de muertos y sacarles provecho, pero no conviene hablar de aquellos, que han sobrevivido para hacer esta democracia posible.

Los que le dieron forma, matices, los que bordaron esa gran carpeta llena de pequeñas flores, que otros usaron como alfombra. 

Esos otros que hoy suben a los palcos, sobre tus hombros y los de muchos más.

La conveniencia es el olvido. 

La discriminación. 

El despojo de sus derechos. 

La exclusión en todos los sentidos. 

La muerte lenta, donde los están llevando, con jubilaciones miserables, paupérrimas y perversas. 

Son los peligrosos, sobrevivientes jubilados, de la dictadura.

 Los que hoy, arrojan luz, sobre los acontecimientos que muchos pretenden tergiversar. 

Los jubilados, que quieren matar, para la historia se hunda, con sus verdades y sus acontecimientos, para que nadie herede ese legado de patria real. 

Los que hicieron el Camino de Santiago, algunos caminado, otros en bicicleta, en barcos de vela, a caballo y hasta algunos en silla de ruedas. 

Pasión, aventura, libertad, fe, confianza en sus propias pasos. 

Decisiones. 

Afán de lucha permanente. 

De batallas ganadas y perdidas pero nunca sorteadas. 

Esas pisadas que han dejado huella, tienen nombre y apellido y una de ellas te pertenece. 

Peregrina de la verdad, del coraje, del valor de haber sido mujer, sin nunca quejarte por serlo, ni alzar banderas fatuas.

Te agradezco la esperanza, la certeza que todo es posible, tomando el camino correcto de la verdad.

El escarpado camino de aquellos que nunca se rinden ante las inclemencias. 

De los que dejan huellas y los que van detrás, siguiendo las flechas amarillas. 

Feliz día de la democracia para todos! 

A.P. 

"Hallaré un camino o me lo abriré" 

Aníbal Barca


sábado, 4 de diciembre de 2021

"Ni espadas, ni alas"

 

 

La muerte me sienta perfecta
cada vez que he muerto a través
de la vida, no hay rictus ni ojos hinchados
hay músculos paralizados que expresan nada
muñeca de cera, mi cara en los cafés
estatua en los bancos de plazas
robot por las calles
ausencia plena en todos los sentidos


Es una muerte que no arde ni quema
no duele ni crea espinas en el vientre
es dulce como la cuna de un bb que se fue
suave como el aletear de las mariposas
con perfume a flores amarillas bajo el sol
muerte inalcanzable como nube
asombro de soledad compartida

lejana como el cielo abrazado al horizonte
donde se pierden mis ojos con los recuerdos
Muerte de amor que partió de puntillas
sin verlo siquiera sin despedirse de nosotros
restos helados de todo ese calor que inundó nuestras  vidas 


somos huecos de manos vacías 

cenizas humeantes de golondrinas
perdidos en un aleteo de pestañas
sin lágrimas ni brillos
dos almas perdidas


Deja el amor al partir la ausencia eterna
del perfume a infinito que traía
del oro intenso del universo
de vida y muerte abrazadas conviviendo
se lleva las espadas que clavaron tu pecho
se lleva las alas que nos hacían eternos. 


allia hakima kader tetik  

todos los derechos reservados

Tumbas Lejanas

"La calle de las mariposas"

    (Dedicado a El Chucho y Elviro, que existieron en nuestra imaginación, para hacernos sentir todas las emociones, desde el terror, a la...