La muerte me sienta perfecta
cada vez que he muerto a través
de la vida, no hay rictus ni ojos hinchados
hay músculos paralizados que expresan nada
muñeca de cera, mi cara en los cafés
estatua en los bancos de plazas
robot por las calles
ausencia plena en todos los sentidos
Es una muerte que no arde ni quema
no duele ni crea espinas en el vientre
es dulce como la cuna de un bb que se fue
suave como el aletear de las mariposas
con perfume a flores amarillas bajo el sol
muerte inalcanzable como nube
asombro de soledad compartida
lejana como el cielo abrazado al horizonte
donde se pierden mis ojos con los recuerdos
Muerte de amor que partió de puntillas
sin verlo siquiera sin despedirse de nosotros
restos helados de todo ese calor que inundó nuestras vidas
somos huecos de manos vacías
cenizas humeantes de golondrinas
perdidos en un aleteo de pestañas
sin lágrimas ni brillos
dos almas perdidas
Deja el amor al partir la ausencia eterna
del perfume a infinito que traía
del oro intenso del universo
de vida y muerte abrazadas conviviendo
se lleva las espadas que clavaron tu pecho
se lleva las alas que nos hacían eternos.
allia hakima kader tetik
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