Nadie escribió sobre ese día,
no hay testigos,
nadie podría recordarlo, como yo
como lo hago ahora,
como llegó hasta mi,
Pequeño sol entre la niebla...
del pasado aquel
verano inconcluso del amor,
Te apareces así, iluminado
cálido y festivo,
yo corriendo hacia ti,
esperando el mismo abrazo
que esperabas, tras la ausencia
pequeña corta ausencia,
para la que fue después...
Éramos así, frescos y felices
sin pensarnos demasiado
sin proyectarnos, solo así...
alma con alma, tocándose las alas
duchándose bajo los rayos del sol
como simples colibríes...
La calle de tierra...
ésa última del pueblo aquel
gruesos cordones de ladrillos
donde te esperaba,
dibujando en la tierra
cuánto te extrañaba
en círculos perfectos
que borraba...
como se iban borrando las orillas
mientras se acercaba la distancia...
tímidos y dulces,
torcazas en la rama del destino
balanceando los pies
desde las nubes...
de esa juventud que desbordaba...
He escrito hoy, sobre ese día
que faltaba,
sóla, en mi memoria
recostada,
sin testigos ni miradas...
solo tú y yo, entre la niebla...
iluminada.
Allía Hakima Kader Tetik
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