Se pareció al amor y tal vez lo haya sido...
si miramos de lejos esos tiempos eternos
si juzgamos la vida, como un duende travieso
que traduce estrellas, sellando los encuentros
le dimos a la alegría, cuerpo de primavera
a las risas, un sello de lacre que perdura
una faz de la luna a los encuentros
en la cálida travesura del recuerdo
La inconsciencia nos tomó las manos,
la inocencia nos subió a sus hombros,
la urgente adolescencia enredó los caminos,
donde absorbimos el sol de la impaciencia
No vimos la sombra del destino,
bailando junto a nosotros en las fiestas,
ni la vimos sentándose en los bares,
preparando el café de las ausencias...
Las nubes de la distancia se cernían,
dibujando pájaros muertos de tristeza,
mientras la vida preparaba sus textos,
anunciando tu muerte por sorpresa,
creo en el ángel que vino a buscarte
amigo del alma y de la vida,
creo en tu deseo inalcanzable
por nuestra despedida,
creo en el cielo celeste de tus ojos
en tu eterna sonrisa,
en el don de la amistad
creo en la vida...
en la amistad sincera,
sin horario, ni banderas
Alia Hakima Kader Tetik
Todos los derechos reservados