Una eterna emoción tocó mi hombro,
quizá un recuerdo la traía en brazos,
me colmaron de un perfume nuevo,
o tan viejo que se habia borrado
Aspiré el aroma dulce amargo
pero no volví mi rostro para verlos
un segundo me tapó la boca
y se detuvo el tiempo
Esa eterna emoción que siempre vuelve,
afecta mis sentidos y mi cuerpo,
ausenta mis ojos que se pierden,
en laberintos de nubes a lo lejos
Soy niño atrapando mariposas,
que no respira, al tomar sus alas
de un río interminable entre montañas
soy puñado de arena entre los dedos
de una nostalgia fugaz que rie y llora
Me pierdo en ese instante sin memoria
me evado en el perfume como el aire
el atavismo me atrapa y aprisiona
para besar mi frente y me corona
Alia Hakima Kader Tetik
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