jueves, 30 de abril de 2020

"Prisioneros de un abismo imaginario"






Caídos, nos atravesó como una espina
primero el corazón, luego la herida
profundizo sus garras hasta las costillas,
las entrañas y en medio del espanto,
aterrados, no atinamos a nada 

Y pudieron, y mataron  y lo hicieron .
crecieron muros sorpresivamente
entre nosotros , nos enmudecieron
ataron nuestras manos con harapos

harapos de democracia que languidecía
en una Nación entera agonizando

Sin latidos , mutamos a la nada
sin razonamiento ni conciencia
atormentados de silencio y rejas
vulnerados por nuestra inocencia

Nos vio trastabillar, la valentía
sin historia, sin tiempo, arrancados
como árboles, con raíces expuestas
esperando la muerte como única salida

Nos vimos arrodillados de repente
ante palabras, imágenes, mentiras
manipulados, al borde de la cima
prisioneros de nuestra cobardía

Y empapados de terror, por la llovizna
oscura de la repentina noche, no atinamos
a imaginar el día, cegados y vencidos
alejados de los afectos, de nuestras familias

Prisioneros de la noche, de la lluvia
del ocaso, prisioneros del fracaso
con la fe desprendida de los brazos
como un bumerang alcanzando los cielos
esos cielos nublados, donde Dios no existía
donde callaron los pájaros, absortos
por ver como nos perdíamos
en el clima contaminado de mentiras

Pero los pueblos que no están acostumbrados
a la genuflexión, a seguir arrodillados
los pueblos que escuchan sus latidos
pronto despiertan del letargo
pueden ver el cielo, oír el estallido
de pájaros cantando
Descorrer los velos, para que vuelva la fe
el anhelo de Dios, de nuestra alma
apresurada para recogernos
de pantanosas aguas,
del desvelo causado
en la noche imaginaria

Un resoplo de Dios, nos regresa a la vida
despierta las conciencias, infunde valentía
ante los ojos del gran Creador
la humanidad camina, en las arenas tibias
quedarán las huellas, de este nuevo día.
porque no estamos muertos... todavía.

PD; Este poema es un preludio para días soleados.


Alia Hakima Kader Tetik
todos los derechos reservados






lunes, 20 de abril de 2020

#Parir recuerdos"

 


Estar conmigo...

soledad alquilada 
donde paseo la vida 
para evadir el tironeo
sutil de sus amarras...

borrar lo que he vivido
sin pasado
sin pisadas marcadas
en el alma
de nadie que la haya
caminado

fueron tantas golondrinas
buscando mi verano
entrando en mis pupilas 
sin candados
que fue en vano sujetar 
su vuelo
con mis pobres manos

alquilo esta soledad
para expulsarlos
en cada làgrima que quema
hay un parto
un dolor que cuando sale
es alegrìa
una pena tardìa que se aleja

estàtica de duelo
serena de vida renovada
los contemplo

no recuerdo sus caras
no albergo sentimientos
son objetos guardados
en las cajas del tiempo
pura melancolìa
de recuerdos

Allia Hakima Kader Tetik
todos los derechos reservados
 

domingo, 19 de abril de 2020

"Alma en cuarentena"



La imagen puede contener: nube, cielo y exterior


Un mundo de ciegos, sordos, mudos
sin ansias de liberación ante los nudos
que sujetan las almas, con invisibles hilos

Hilos de tu ángel de luz, inquilino
de dioses terrenales,señores de guerras,
genocidios, generador de males

Sálvanos de caer en sus entrañas
Sálvanos del miedo, de la cobardía
Sálvanos de caer prisioneros
en esta hora sombría 

no podemos seguir siendo corderos
ni ángeles ni palomas,
porque no son un número los muertos
ni los que están en coma
ni efectos colaterales, los que portan
el invisible enemigo con corona

no es moneda de cambio, la fe
ni la libertad, ni la esperanza
ni alcanza todo el oro, todo el miedo
para extinguir  la templanza
de guerreros antiguos
que entre nubes alcanzan,
espadas de viento y fuego

Nos indicaron la senda
al Mukhtar, kadhafi Gandi
Peron, Seineldin, Mandela
entre otros muchos guerreros
con la paz como bandera,
por salvar la humanidad,
de la opresión, de la pena
del hambre, de la injusticia
pagando con libertad,
la más preciada moneda.


Servidores del mal, palabras nuevas
encarcelando verdades, situaciones,
para inducirnos a errores, confundir
obnubilando, para ocultar los horrores
sometiendo, esclavizando

Nunca han vencido los pueblos
que se quedaron mirando,
que no tomaron su espada
miedosos, paralizados,
que fueron arrodillados
por el miedo que le infunden,
penetrando en sus conciencias
toda guerra, toda ciencia
es ganada por los hombres
por los hombres que pelean

PD: Si no peleas hermano
pondrán tu alma en cuarentena.



Alia Hakima Kader Tetik
todos los derechos reservados

domingo, 12 de abril de 2020

Un requiem para nosotros




Eran esas noches oscuras como estas,
cuando te vi volver, te vi llegar
estábamos ahí otra vez, mirándonos,
sin respiración, casi sonrojados
pero sin disimular esa historia
que vivimos, las calles que recorrimos
prometiéndonos el alma

En un segundo, toda la eternidad
pero mis ojos vacíos, no pudiste evadir
mi piel, acariciada por la muerte
de los años que pasaron sin tus manos
el pulso débil, sin tus palabras, ni tu mirada
mi cuerpo frágil, arrastrado en tempestades
que no te tuvieron cerca, sosteniéndome

El regalo de la distancia, que pusiste en mis manos
la noche de tu adios, esa rosa de hielo que aún quema

No es que nada haya pasado
no es que se puede volver atras, así nomás
esquivando las rocas que pusiste entre ambos
las lluvias heladas, de tus palabras finales
distanciándonos para siempre

Mis ojos helados escuchándote
mis labios rogando, el alma muriendo
como sigue ahora. mil veces muerta
debajo de las hojas de aquel árbol
que jamás olvidaré, que sigue aún ahí
a través de los años recordándome
el temblor de los últimos estertores,
el final de mi vida, las promesas,
la cita final que pronunciaste,
esa noche de reyes veinte años después,
un consuelo, arrojado como un pañuelo
donde sequé las lágrimas de tantos años
guardado para este momento
porque nada más quedó de aquel amor
solo un puñado de lágrimas que no puedes recoger
que hace de este momento un requiem
para nosotros, una melodía que me traes
para que te recuerde, un perdón disfrazado
de notas musicales, que no suena para mi
porque me has matado y los muertos no oyen
no ven, no sienten, nada puede volverlos a la vida

Por eso te pido que te vayas
no traigas la flor perfecta del amor
que está marchita, a las serenas aguas
de mi muerte, si te ha abordado la nostalgia
si has descorrido los velos para verme
si has comprendido que me amas

Porque esa noche se interpone entre nosotros
con sus  barrotes de acero, donde estoy prisionera
la noche que cayeron pétalos del cielo
la noche que pedí... que no te fueras

Alia Hakima Kader Tetik
todos los derechos reservados






miércoles, 8 de abril de 2020

#ALaUnaDeLaTarde

Un viaje por el arte: 11 artistas chiapanecos que debes conocer 





Salí a caminar como siempre, las abuelas con sus carritos yendo y viniendo. El quiosco de diarios, con sus habituales personajes rodeándolo, en amena charla, en el kiosco de Juan.
Porque el lugar es un lugar diario de reuniones, donde intercambian noticias, novedades vecinales de esas que parecen chusmeríos pero en este contexto son novedades.
 Luego, cada uno se cruza a la quiñiela, con un número en la cabeza y sueños en el alma a tentar el azar.
Y allí continúa nuevamente la tertulia.

 Son trabajadores, jubilados,  actores de un libreto que podría titularse, la pequeña Macondo, el pueblo ficticio de Cien años de soledad, sólo que aquí es realicio, porque está justo a la mitad de la magia y la realidad.
Cuando García Márquez manifestaba algo importante en su relato,  liberaba mariposas amarillas a manera de anuncio.
Pero en esta caso no hay mariposas ni anuncio importante.
Tal vez cuando llegue el final de la cuaresma y todo esto haya terminado, liberaremos gorriones, palomas, cardenales, colibríes, miles de pájaros que anuncien nuestra libertad y el fin de la pesadilla.

En el pequeño mundo "de la esquina", al ritmo de  hormigas que se encuentran, se saludan y siguen su camino con el pequeño cargamento, es el rito obligado de las damas.

Los hombres siguen con sus charlas, saludos, encuentros.
 Los fumadores esperan que llegue el kiosquero porque no resisten sus ganas de fumar.
 Con el codo apoyado en la esquina de la pequeña madera que hace de mostrador, es su virtual sala de fumadores.
Como siempre, otro grupo, aguarda la llegada de alguna línea de colectivos.
 Estos pequeños mundos que se relacionan todos los días, se buscan, se necesitan están ahí, día tras día. semana tras semana, mes tras mes, año tras año.

Las más jóvenes se reúnen frente al supermercado a elegir prendas que Teresa vende a precio de la salada, y son ellas las que dan ese "chisporroteo" necesario al universo realicio.

"_Llevalo, despues me lo pagas", les dice Teresa por lo bajo con un gesto cómplice, cuando les guiña un ojo.
Así se repite el despertar humeante de café, cigarrillo,  mate y pan, que se apaga a la una de la tarde.

 Amanece y atardece en esa esquina cualquiera, absolutamente insignificante para muchos.
Pero vital para estos personajes... cándidos, humildes, inocentes, desprotegidos, que nadie tiene en cuenta.
Nadie tiene en cuenta para hacerles más llevadera su realidad, pero hablar de ello rompería la magia que los rodea y los hace absolutamente vivos y felices.
Extraño el carrusel que se movía musicalmente en la esquina de mi barrio.
Extraño verlos pasar porque las noticias se atrasan y no sabemos las úlitmas novedades.
Extraño las hormigas con sus pequeñas cargas a cuestas.
Extraño el olor de los diarios, los colores de la ropa de Teresa, los boletos de quiñiela rotos tirados en la vereda.
Extraño el saludo de todos, sus gestos amables  sonrientes, tan cálidos que con ellos este invierno que se avecina podría calentarnos hasta la primavera.
Porque el calor humano es especial, calienta el alma. Se entrelaza con el otro empáticamente esperando que cada uno cumpla con sus sueños.
 Extraño las miradas esquivas de aquellos que nunca están conformes, esos que miran de reojo como si su saludo fuera un pequeño insulto que debes adivinar. Aunque no te conozcan, pero por ello tienen la absolución de mi pensamiento.

Los pájaros han callado. Algunos de cuando en vez, nos alienta con su canto, o deseamos creer eso para asirnos de sus alas y que la libertad no pase a ser un sueño imposible.

 El aleteo de las palomas, dejó un hueco en las manos que las alimentaban.
Algún perro, desorientado, busca su dueño, porque la crisis lo ha desalojado y sus ojos se estiran pidiendo socorro, como nosotros, que se nos fue la voz, que estamos perdiendo las palabras, que un silencio nos cae como un cielo desplomado en las espaldas, que se resisten a doblarse.

Se van perdiendo las imágenes y los ojos están tan desorientados como los perros, mirando a los costados y al cielo, esperando que una lluvia de respuestas por fin aclare el dilema de la vida y la muerte.

El dilema de este tiempo incierto, donde se han esfumado los profetas.
Donde nadie es nada más que nadie.
Los hijos perdieron a las madres.
Las madres perdieron a su hijos.
Los hermanos perdieron sus hermanos.
Y así todo se fue perdiendo en una niebla, repleta de latidos con pequeños mensajes y la certeza incomprobable, que despertaremos mañana, como las otras mañanas.

Me niego a la prisión de esos hilos invisibles que pretenden robarnos el alma.
Nuestra historia.
Nuestra poesía.
Nuestra humanidad.
Nuestro ser humano.

Pero alguien o algo se rebeló contra nosotros al ver tanta inhumanidad, como matar niños que no han nacido todavía.
Como hacer armas nucleares para destruirse entre si, desconociendo que todos transitamos en el espacio sobre este planeta azul.
Sin conocer nuestro destino final, ni dónde nos llevarán tantos giros y giros, tantos soles y tantas lunas.

Sin conocer los misterios de la partida,  hacia este viaje infinito de estrellas y nébulas.
Pero sabemos, aquellos que creemos, que sólo Dios habita ese misterio, que el hombre pretende colonizar, usurpar, tomar pro la fuerza.
Y sólo yo habito en mi alma, que nadie puede colonizar, usurpar, tomar por la fuerza.
Que nunca será prisionera de ese "alguien" o "algo" que pretende dominarnos.

Por todo eso, cada día volveré a la esquina realicia, para soltar pájaros, gorriones, palomas, cardenales y colibríes.
Para que los "anuncios importantes" no los hagan, los que anuncian catástrofes y muerte, sino nosotros, para encontrarnos nuevamente con el alma intacta, para anunciarnos que somos libres, porque Dios lo quiso así.
Para amanecer en nuestra esquina y atardecer a la una de la tarde, cada día.

Que Dios nos proteja!

P/D "Sin duda que en la adversidad, hallaremos la tranquilidad"

Alia Hakima Kader Tetik
todos los derechos reservados 




sábado, 4 de abril de 2020

"Chocolates"



Y así... como en un hueco cósmico, allí estaba mi infancia, con su cúmulo de cosas dispersas en mi memoria, como juguetes desparramados. Esa parte de mi, tan huérfanamente alegre, tan huérfanamente triste.
Entonces, vi esa niña , su rostro de enormes ojos lacrimosos que nunca lloraban de día, con sus brazos detrás de la espalda, balancéandose, dándome el privilegio de mirarla pero sabiendo que si la tocaba, desaparecería para siempre.
El sol quemaba sus hombros, sus piernas tan delgadas y el cabello largo, despeinado, dorado.
Sosteniéndola como en su palma. Un dulce holograma hilvanado con aire, deseoso de huir.
Una escena en medio del campo, ese campo desierto donde la distancia del tiempo borra todo, excepto árboles y calles. Excepto aquella esquina , la de los juegos.

Me pregunté que sentías, tan pequeña, tan desvalida, llena de miedos a fantasmas que nunca existieron. Llena de tristeza, cuando traspantaron tus pies lejos de la abuela y no pudiste apoyar más el codo en sus rodillas, ni abandonar tu cuerpo al costado de sus piernas. Ni oler sus sábanas limpias. Ni sentir el abrazo nocturno de sus rezos en arameo, acunándote mientras te dormías.
Que ángel te protegía para que pudieras continuar, ?
Quien encendía las velas a la noche y te cantaba esas melodías?
Quien te recordaba las palabras para pedir en árabe que Dios te ayudara, para protegerte de esos golpes
alcoholizados que golpeaban tu inocencia sin culpas?
Seguramente nadie vio que eras pequeña. Frágil. Demasiado niña como estás ahora frente a mi.
Demasiado huérfana del amor materno que te daba la abuela y el tío solterón que dejaba chocolates debajo de tu almohada.
Seguramente nadie sabrá nunca, que mataron a "Brujita," tu gallina mascota y te dijeron que una mañana la pisó el tren, pero nunca lo creíste
Como nunca creíste que tu padre se había ido para siempre, dejando a otra niña, en una soledad que nunca pudo superar, pero su dolor te hizo saber que era tu hermana.
Infancia de juguetes desparramados que hoy son recuerdos tibiamente dolorosos.
Incomprensibles todavía.
Porque sucedieron en medio de caramelos, mezclados con abandono y alcohol.
En medio de muñecas y golpes de la nada.
En medio del sol que todo lo cura.
En medio de ángeles que tomaron tu mano, para llevarte siempre por el lugar adecuado en los momentos adecuados.
Chau pequeña, vuelve a mi corazón y siéntate ahí, Juega ahí, baila, ríe, toma las manos de la abuela para que vuelva a rezarte y apoya tus codos en sus rodillas y abandona tu cuerpo al costado de sus piernas que mañana cuando despiertes habrá chocolates debajo de tu almohada.

Allia Hakima kader Tetik
todos los derechos reservados

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