La indiferencia me impregna ,perfuma mis sentidos...y me evado. Trato de ejercitar mi desapego y me transformo...pero es tu abrazo el que vuelve por mi espalda y el susurro casi exacto del -te amo- Te veo y tus ojos al mirarme me detienen en el paisaje de un recuerdo. Tus manos apretadas reteniéndome.Tu boca cortándome el aliento. Pero estoy a tiempo de partir,de soltar mis amarras a tus besos,me desgarra el pecho de pensarlo y un grito de infinito dolor me paraliza. Es la brisa. Este calor tenue y suave de tus brazos que demora mi muerte¡¡déjame ir...!!siempre serás el cobijo de mi alma.La sed del desencanto,y mis pasos perdidos...serás un árbol del camino.Y el color de mi cielo.Mis mañanas soleadas .Mis noches desoladas...lo tibio de mi mejilla ,cuando ruedan las lágrimas. ¡¡déjame ir!! No somos libres. La pena del amante es infinita.Y el amor es un ángel que encadena, todo el amor ardiendo en un instante, todo el dolor ardiendo con la pena... Y si me dejas ir,al cruzar la frontera,tendré este amor entre mis manos,a la hora postrera.
