miércoles, 30 de abril de 2014

"Tumbas Lejanas"

Sigilosa recogí las llaves...
detective del amor
 un  poco de dinero para el viaje
un pañuelo y una dirección

no recuerdo si cubrí mi cuerpo
no recuerdo la ropa que tenía
no recuerdo ni la hora ni el día

rompí mis barrotes 
atravesé los miedos
y subí a ese coche

sola en la noche
sin importar nada
me lancé a buscar esas verdades
veneno de mi alma

 Los rostros ocultos
la mentira hilvanada
los perfumes ajenos
el olor de otras sábanas

Bebí el ajenjo de esa noche amarga
morí de celos, por mirar su cara
tu rostro sorprendido y tu mirada
lo dijeron todo

te lavaste el cabello 
te lavaste la cara
y saliste a mi encuentro
desnudo de palabras

que has hecho ? quien es ella?
balbuceaba...

con los labios secos
me bebí las lágrimas
con el pecho abierto
me borré  tu cara
y enterré lo nuestro
en tumbas lejanas

 _déjalo ahí..._
los muertos , son solo muertos
no sienten nada.

Allia Hakima Kader Tetik
todos los derechos reservados
 




sábado, 26 de abril de 2014

"Viajar el Tiempo"



En la ruta veloz de la nostalgia
o en un simple anhelo
viaja el tiempo
hacia el recuerdo

nos lleva donde queremos

o estamos otra vez llenos de infancia
o revivimos la pena o algún duelo
estando quietos

Que magia mueve arriba nuestro
esa gran Vuelta al mundo
de recuerdos

 los acerco  y  alejo
a mi antojo
me paro frente a ellos
los observo

las caras intactas del recuerdo
los juegos
los paseos

que maravilla de archivos 
los recuerdos
como vencen al tiempo

como se cuelan de hurtadillas 
por los huecos
si estamos desatentos

ingratitudes nuestras
evadir los recuerdos
pisarlos si están vivos
vivirlos si están muertos

a veces con un gesto
nos tocamos la frente
corremos el cabello

es que se hacen presentes
todos ellos
y en esa manía de espantar mariposas
también espantamos los recuerdos. 


Allia Hakima Kader Tetik
todos los derechos reservados





La Distancia

Suelo caer en la tentación de modificar mis antiguos escritos y a veces lo hago. Pero aclaro que fueron hechos en el contexto de un amor a la distancia. Veo en ellos , urgencia, languidez, temor, locura, una impotencia sobrenatural enfrentada al océano que nos separaba. La distancia. Como definir esa simple palabra que es una espada filosa , un frío inmenso de soledad y angustia. Veo que escribía con muchos puntos suspensivos, pero no es tal , son simples gotas de agua que deslicé en el mar por alcanzar a mi amado, son suspiros, espera y lágrimas de amor por estar lejos. Miles de barreras me separaban del ser que amaba. El idioma. La cultura. La distancia. La edad. Los continentes .La religión. Todo lo disolvió el amor. Todo lo pudo el amor. Estamos juntos  para siempre. Allia.

viernes, 25 de abril de 2014

"El tibio brindis"

Voy dejando mis granos de maíz
con la secreta esperanza
que me encuentres
aqui

en esta monotonía de quehaceres
donde sepultan los días con rutina
el resplandor del amor

Estoy aquí
estás allí
la niebla nos hace ocultos
a los ojos del otro
abandonando el sentir

El carrusel aquel 
girando al antojo del deseo
se detiene con  hastío 
el frío invade todo 
en nuestras vidas

entonces el silencio hace su trono 
 la sospecha una llovizna
que nos deja lejos
tan lejos de esos días

busco esa mirada que me conmovía
el brindis de nuestras lágrimas 
asomando tibias

el calor de tus manos que apretaban las mías
y me atrevo al..._ te amo todavía..._


me miras
me abrazas
me besas
me respondes

_Reina mía_...no hay silencio, ni lloviznas
ni hastío... ni rutina
no existe la monotonía..
ni el carrusel de amor que nos movía 
se detuvo
 he guardado uno a uno cada grano
y cada grano ha florecido en vida...

dame tu mano 
despeja los temores
porque hay muchas flores
todavía...

Allia Hakima Kader Tetik
todos los derechos reservados



La Última Calle.

La última calle del amor
donde el adios heló la sangre
donde petrificados de dolor
fuimos excusa de un cobarde
que nunca nos amó


El corazón en la piel y los labios
en los ojos y oídos el temblor
esas muertas mariposas de hambre
sedientas de tu amor

Dónde quedó sin nosotros 
esa última calle
el beso helado y distraído
como si nada pasara
las alas quebradas de dolor
 el alma ajada

No se muere de amor
sobrevive la hilacha de los sueños
que partieron contigo
la primavera y su olor
las tardes que vivimos
el beso aquel que nos unió

No se si pasó alguien cerca mio
solo sombras, fantasmas, devaríos
caminé sin volver mis ojos rojos
caminé ciega de lágrimas

Nadíe vuelve a la calle del olvido
donde partió el amor apresurado
pero queda muy, muy dentro mío
el frío cruel de aquel abrazo

Puedes quedarte el tiempo que pedías
puedes quedártelo, te lo regalo...

llévalo siempre de recuerdo...
cuando te pidan lo mismo
puedes cambiarlo.

Es que todo vuelve en esta vida
el amor, los adioses y el fracaso.


Allia Hakima Kader Tetik
todos los derechos reservados



lunes, 21 de abril de 2014

Gabo. La escritura embrujada.

La utopía está en el horizonte. Camino dos pasos, ella se aleja dos pasos y el horizonte se corre diez pasos más allá. ¿Entonces para qué sirve la utopía? Para eso, sirve para caminar. E.Galeano

"Caminos Laterales"

Me alientan los senderos
 donde la vida me lleva
hay luces , hay señales
reconozco las voces 
los rostros familiares

hablan modulando palabras
para mis oídos
se dirigen como ángeles

Sin duda que hay senderos
que no vimos antes
caminos laterales
que invitan a otra vida
lugares y paisajes


son caminos con ángeles
donde vivieron grandes
escribiendo poemas
sobrenaturales

País de las Naderías
que llamaba Borges
lugares imposibles
colmados de verdades
donde el cuerpo es la idea
que subyace

 el alma la nube 
que todo lo invade

Ahuyentar los temores quien pudiera
atravesar las  barreras de los soles
revolcarse sin cuerpo en las praderas
donde vive la poesía con sus dones


Allia Hakima Kader Tetik
todos  los derechos reservados







viernes, 18 de abril de 2014

La última fuga de Tolstoi



A los 82 años, el autor de Guerra y paz quiso huir de su esposa y de su vida. ¿Cómo fue y en qué terminó ese intento de escape?
Ilja Yefimovitsch Repin, Tolstói, descansando en el bosque, 1891
Por Carlos María Alsina
Para LA GACETA - Milán

27 Octubre 1910. 23.30 hs. Yásnaya Poiana, Rusia. Casa natal de Tolstoi. El autor, de 82 años, escribe en su diario secreto: "Nada que señalar. Aunque parezca triste, esto es bueno". Alude a los constantes conflictos con su mujer, Sofía, de 67 años. Casados desde hace 48, una relación de amor-odio los une y los separa.
Últimamente, los problemas conyugales se han agudizado. Sofía lo cela, desconfía, revisa sus escritos, lo controla. Él ha decidido legar sus derechos de autor "A la Humanidad". Esto provoca un gran litigio familiar.
Tolstoi vivió luchando contra sus contradicciones: la rebelión y la resignación, su mujer ávida y su propio sueño franciscano, un humilde mundo campestre y la lucrativa fama ciudadana de sus libros.
Se duerme pensando que ese día cabalgó junto a su médico y amigo, Makovicky. Sobre su caballo se siente aún joven.

28 Octubre. 3.00 hs. Sigilosos ruidos lo despiertan. Sofía está revisando sus escritos. Sin ser visto, se recuesta. No puede dormir. No soporta más. Toma la decisión: escapar.
Escribe a su mujer: "Mi partida te provocará disgusto. Me apena, pero trata de entender. Necesito estar solo. Te ruego, no buscarme. Adiós, compañera de mi vida. Perdóname los errores que he cometido. Yo te perdono los que has cometido conmigo".
Prepara la carta para que su hija menor, Sasha, la entregue.
Despierta a Makovicky y a Sasha. Pide ayuda. No sabe hacia adónde huir pero siente que debe hacerlo. Escapa temiendo que Sofía despierte. Ese hombre, cuyo cuerpo le queda estrecho, sólo carga lo esencial.
6.00 hs. El carruaje parte hacia la estación de Scokino. Tolstoi quisiera ir al sur, al Cáucaso o a Rumania, en donde fue feliz cuando joven, pero duda. No gira la cabeza para ver cómo se disuelve, en la niebla, la casa en donde pasó su vida.
8.00 hs. Para despistar toma un tren  hacia el oeste acompañado sólo por Makovicky.
Cerca, en Samordino, vive su hermana María. Tolstoi viaja en el exterior del vagón. Quisiera que el viento fresco le acomode el alma.
9.30 hs. Sasha entrega la carta. Sofía se desespera. Intenta suicidarse pero sus hijos lo impiden. La familia delibera. Sofía avisa a la policía.
16.50 hs. El tren llega a Kozelsk. Tolstoi decide dormir en Optino, un monasterio en donde antes descansaron Gogol y Dostoiesvsky. Al día siguiente verá a su hermana. Escribe: "Sólo el conocimiento es la verdadera religión". Duerme agitado.

29 Octubre. 8.00 hs. Llega carta de Sasha. Lee lo sucedido en la casa. Teme que su hostil hijo Andrei venga a buscarlo. Se calma pensando en que no es bueno sentir rencor.
18.00 hs. Encuentra a su hermana. Llorando, cuenta su tristeza y el deseo de vivir despojado de bienes materiales. María lo calma. Se acuesta. Escribe: "Ayúdame Señor".

30 Octubre. 9.00 hs. Piensa alquilar una casa en Samordino, pero no está seguro.
17.00 hs. Llega Sasha con cartas de sus hermanos. Dos hijos lo comprenden. Los otros lo extorsionan con la salud de Sofía. Decide partir hacia Novocherkassk, a 1.600 km, en su soñado sur. Allí vive otra hija de María, casada con un juez quien puede darle un pasaporte para Rumania. Escribe a Sofía: "Si al menos no me odiaras, te pondrías en mi lugar y me ayudarías a encontrar la paz. Busca aquietar tu alma. No me fui porque no te amo. Te amo pero no puedo hacer otra cosa. Tal vez los meses que nos faltan por vivir sean más importantes que todos los años vividos"
Tolstoi cena callado. Luego se acuesta.

31 Octubre. 3.00 hs. "¡Vámonos, el tren hacia el sur parte temprano!". Tolstoi levanta a Sasha y a Makovicky. Preparan el equipaje.
7.40 hs. El tren sale. Tolstoi se siente mal. Tiene fiebre, escalofríos. En su literatura  los trenes suelen traer malos augurios (Anna Karenina, La sonata a Kreuzer, etc.) La salud de Tolstoi empeora.
16.35. Deciden bajarlo en una pequeña estación, Astápovo, perdida en la inmensidad. El Encargado ofrece una pieza. Tolstoi tiembla. El tren hacia el sur se aleja.

31 Octubre - 6 Noviembre. Tolstoi empeora pero quiere seguir su viaje. Dicta un telegrama sin destinatario: "¡Prosigamos!". Delira. Llegan sus amigos y familiares. No quiere ver a Sofía. Ella espera en un vagón.

7 Noviembre.7.00 hs. Tolstoi susurra: "Escapar, es necesario escapar". Luego, ya inmóvil, huye para siempre. Sofía sólo puede ver lo que ya no había.
Tal vez el feliz pasado de Tolstoi aún lo espera en aquel lejano sur. Aunque quizás no le hubiera convenido regresar. No siempre retornar a los lugares en los que fuimos felices nos tranquiliza. Él quería escapar, no volver. De tanta vida también se muere.
© LA GACETA

Carlos María Alsina
Dramaturgo tucumano radicado en Italia.

* Los datos sobre la cronología de la fuga de Tolstoi fueron tomados de los diarios de su hija Aleksandra, "Shasha", y del médico Drusan Makovicky. Es fundamental, para reconstruir los hechos, el ensayo de Viktor Sklovsky: Tolstoi (Editorial Il Saggiatore. Milán. 1978)

jueves, 17 de abril de 2014

Gabo. Poema de Amor


Si alguien llama a tu puerta, amiga mía,
y algo en tu sangre late y no reposa
y en su tallo de agua, temblorosa,
la fuente es una líquida armonía.

Si alguien llama a tu puerta y todavía
te sobra tiempo para ser hermosa
y cabe todo abril en una rosa
y por la rosa se desangra el día.

Si alguien llama a tu puerta una mañana
sonora de palomas y campanas
y aún crees en el dolor y en la poesía.

Si aún la vida es verdad y el verso existe.
Si alguien llama a tu puerta y estás triste,
abre, que es el amor, amiga mía.


Gabriel García Márquez

Gabriel García Marquez "Pájaros Muertos"

Que lástima los botes que estarán anclados
sin dejar estelas en las mares

Que pena las palabras 
tus palomas blancas 
esa luz que bajaba 
para abrirte la boca
bella jaula
tus versos que saltaban 
como danzarines
endulzando las cuerdas de tus violines
*
Tesoro escondido 
ahora privado 
bagaje dorado 
para ángeles blancos
*
Minuto de silencio 
en el mundo entero
cuando muere un poeta
quedan pájaros muertos...

Allia Hakima Kader Tetik
todos los derechos reservados

miércoles, 16 de abril de 2014

"Dolor"

Son brasas el dolor, brasas ardientes
no hay nada que calme sus punzantes llagas
arden los ojos con el sol de la tarde

tiembla el alma ante un recuerdo vivo
se agolpan  los latidos al nombrarte

 Un teléfono mudo asomado a tus miedos
golpea en tus oídos la ausencia
entrar y salir de las preguntas
sin respuestas

Voces que resuenan entre risas
flashes que pulsa el recuerdo
la prisa por que pase el duelo

Son brasas el dolor, brasas ardientes
heridas que no cicatrizan 
deseos de volver el tiempo


Allia Hakima Kader Tetik
todos los derechos reservados




lunes, 14 de abril de 2014

Dos Latidos

A veces pienso que nacimos muertos...
 Como semillas en aguas pantanosas
Todos se matan por alcanzar hojas
que yacen muertas y hediondas 
Vemos la luna y el sol en dos latidos
en esos dos latidos ya es la hora

Apenas una brisa en el espacio son las vidas
esperma coagulado y sepultado con premura
no más que hormigas ni tortugas ni serpientes
no más que vacas mudas o leones rugientes

El alma, la esperanza de ser viento y espuma
la ambición de colarse en una estrella
la locura de alcanzar el firmamento
el ansia de llegar bien llejos

Un sueño en la ingrata espesura del anhelo
Un consuelo de barro que busca la sequía
la aspiración de hacer rosa la semilla
Un  juego perverso

Allia Hakima Kader Tetik
todos los derechos reservados

domingo, 13 de abril de 2014

Torbellino

Cansada de buscarme en prisiones ajenas
busco mi camino
los sueños de antaño ya no son cadenas
fueron cuadros vivos
tuve la flor de la primavera aquella
que lleno mis sentidos
el niño en mis brazos
el castillo
las flores cortadas perfumando olvidos
el cansancio de traer un destino
la espera 
los miedos que me tuvieron en vilo
las noches largas contando las estrellas
los brillos 
el laberinto de esquemas incesantes
de la vida
el tiempo perdido
el tormento de no saber quien era
 por que había nacido

 el agua corriendo ligera
por los torbellinos
de confusas ideas
para dormir en mis pestañas 
la vida entera

el encuentro con vasijas que no estaban llenas
el estallido de luces en las  colmenas
las mieles del misterio
la buena nueva
 

 Allia Hakima Kader Tetik
todos los derechos reservados

foto; María C. Faleroni




Askim. Amor de Murallas

Hicimos un camino de palabras
donde transitó el amor
sin  saber
sin conocer
sin nada
agolpadas las frases en mi mente
 morían
Atrapada en mi boca muda y seca
me mordía
enredada en miles de fracasos
haciendo tonterías
Pedí canciones prestadas
 intenté poesías
Un modo de decirle todo
señas, monerías

 no saber que pensabas de la vida
adivinarte imaginarte un mundo 
que no comprendía
Balbuceé como niño
me atreví a los caminos 
desiertos y enramados 
a los bosques sombríos
Me enredé en los velos de la magia
con la intención sentida
me golpeé en las paredes 
de imaginarios cuartos
bailé en pistas de ensueños
tomada de tus brazos
te besé tanta beses cada día
sin palabras 
sin voz
sin vista
Esos lugares donde fui amada
donde amé sin medida
Sé que cuando el manantial
de sentimientos
se desbordó aquel día
corrí detrás de las palabras
del pensamiento 
del amor
de la vida
 Y en esa loca carrera 
estrené el corazón
así brotaron las palabras
la alegría
los borbotones 
de cosas queridas
así corrí
enloquecida 

Askim
amor de las murallas
amor de la distancia
amor de la poesía...

Allia Hakima Kader Tetik
todos los derechos reservados



sábado, 12 de abril de 2014

Melegim benim..


Balada de la cárcel de Reading’, de Oscar Wilde (1854 – 1900)



Friedrich von Amerling (Austrian Academic Painter, 1803-1887) The Oriental

16 julio 2009


Él no vestía su capote escarlata
porque la sangre y el vino son rojos,
y la sangre y el vino estaban en sus manos
cuando le descubrieron con la muerta,
la pobre mujer muera a quién amó,
y asesinó en su lecho
Él caminaba entre los Convictos
con un traje gris raído;
sobre su cabeza llevaba una gorrilla,
y su caminar parecía ligero y animado;
pero jamás vi a un hombre que mirara
al día con tanto anhelo.
Jamás vi a un hombre que mirara
con ojos tan llenos de anhelo
esa pequeña carpa azul
que los prisioneros llaman el cielo,
y cada nube que pasaba a la deriva
con velas de plata.
Yo caminaba, junto a otras almas en pena,
por el interior de otro patio,
y me preguntaba si el hombre había hecho
algo grande o pequeño,
cuando, a mis espaldas, una voz murmuró:
“A ese tipo lo ahorcan”.
¡Dios mío! Los mismos muros de la prisión
parecieron tambalearse repentinamente
y, sobre mi cabeza, el cielo mudó
en un casco de acero candente;
y, aunque yo era un alma en pena,
mi pena no podía sentir.
Sólo sabía qué pensamiento acosado
aceleraba su paso, y por qué
miraba al deslumbrante día
con ojos tan llenos de anhelo:
el hombre había matado aquello que amaba,
y por eso tenía que morir.
Que todos lo oigan:
Si bien cada hombre mata aquello que ama
algunos lo hacen con mirada amarga
algunos con palabra lisonjera.
¡El cobarde lo hace con un beso,
el valiente con una espada!

Oscar Wilde, 1885



"La vida, que tanto he amado -demasiado- me ha despedazado como un tigre, así que cuando vengas a verme comprobarás la desastrosa ruina en que se ha convertido lo que en otro tiempo fue maravilloso y brillante y terriblemente improbable"
Oscar Wilde


Extracto de la carta de Oscar Wilde a su amigo Robert Ross desde la Cárcel de Reading en noviembre de 1986. En ella habla entre otras cosas sobre su tormentosa relación con Lord Alfred Douglas a quien va dedicado lo que para muchos es su testamento literario "De Profundis":

Robert Baldwin Ross

"[...] Hay una espina con todo- tan dolorosa como la de san Pablo, aunque distinta-, que tengo que sacarme de la carne en esta carta. Ha sido provocada por un mensaje que escribiste en un trozo de papel para que yo lo viera. Creo que si guardara el secreto crecería en mi cabeza (como las alimañas crecen en la oscuridad) y se harían un sitio entre los pensamientos terrible que me corroen...ya que el pensamiento no es, para quienes esperan solos, encadenados y en el silencio, "esa cosa viviente y atada", como Platón imaginó, sino una cosa muerta que cría algo horrible, como el lodo que muestra monstruos a la luna.

Me refiero por supuesto, a lo que dijiste sobre perder las simpatías de otros, o el riesgo de que eso suceda, por culpa de la profunda amargura de los sentimientos que expresé a lord Alfred Douglas [...]Con pocas excepciones, la simpatía de los demás me afecta; su pérdida muy poco. Ningún hombre en mi posición puede caer en la ciénaga de la vida sin que sus inferiores sientan gran piedad; y sé que si las obras duran demasiado, los espectadores se cansan, Mi tragedia ha durado demasiado: su clímax ha terminado: su final es mezquino; y tengo la seguridad de que cuando llegue de verdad el final retornaré a un mundo que no me quiere, como visitante no deseado; un revenant, como lo llaman en francés, como una persona con el rostro gris tras un largo encierro, y contorsionado por el dolor. Por horribles que sean los muertos cuando salen de sus tumbas, los vivos que salen de tumbas son aún más horribles.

De esto soy muy consciente. Cuando uno ha estado en una celda de prisión durante dieciocho meses, ve las cosas y la gente como son en realidad. Y verlo le convierte a uno en piedra. No creas que le culparía a él de mis vicios. Él tuvo tan poco que ver con eso como yo con los suyos. La naturaleza fue en este tema madrastra para ambos. Le culpo por no apreciar al hombre al que arruinó. Un millonario analfabeto le habría sido más conveniente. Mientras mi mesa estuviera roja de vino y rosas, ¿qué le importaba? Mi genio, mi vida como artista, mi trabajo y la tranquilidad que necesitaba para ello, no eran nada para él cuando se comparaban con su gusto, incontenido y bajo, por una vida de derroche y vulgaridad; su avaricia, sus escenas violentas y continuas; su egoísmo sin imaginación. Una y otra vez intenté, durante aquellos dos fatigosos años perdidos escapar, pero siempre me retuvo con él, sobre todo con amenazas de causarse daño. Pero cuando su padre vio en mí un modo de irritar a su hijo, y el hijo vio en mí la oportunidad de llevar a su padre a la ruina, y yo quedé entre dos personas deseosas de insana notoriedad, a quienes nada importaba , salvo su propio odio mutuo, cada uno empujándome por su parte, uno con tarjetas públicas y amenazas, el otro con escenas privada, o mejor dicho, semipúblicas y amenazas en cartas, pullas, comentarios sarcásticos...admito que perdí la cabeza. Le dejé hacer todo lo que le pareció. Estaba ciego, era incapaz de juicio. Di un paso fatal. Y ahora...aquí estoy en un banco de mi celda en prisión. En toda tragedia hay un elemento grotesco. Él es el elemento grotesco de la mía. No pienses que no reconozco mi culpa. Me maldigo día y noche por consentirle que dominase mi vida. Si estas paredes tuvieran eco, se oiría en ella gritar "IDIOTA" eternamente. Estoy totalmente avergonzado de mi amistad con él. Pues a los hombres se les puede juzgar por sus amistades. Es una de las pruebas que define a un hombre. Y mi vergonzosa degradación me parece más mortificante por mi amistad con Alfred Douglas..Pues como resultado de haberme dejado empujar a la trampa que me había tendido Queensberry (padre de Alfred Douglas) -la trampa en la que apostó públicamente en el Club Orleans que me haría caer- como resultado de eso, el padre pasará a la historia como uno de esos grandes padres de historias morales: el hijo como el niño Samuel: y yo en la más detestable ciénaga de Malebolge, entre Gilles de Retz y el Márques de Sade.

En ciertos lugares a nadie, excepto a quienes están realmente locos, se les permite reír, y de hecho, aún en este caso va contra el reglamento: de no ser por eso, me reiría de todo esto..Por lo demás, no permitas que Alfred Douglas imagine que el atribuyo motivos poco dignos. Lo cierto es que no ha tenido motivos en su vida. Los motivos son intelectuales. Lo que él tiene son pasiones. Y tales pasiones son Dioses Falsos que necesitan víctimas a cualquier precio, y en este caso han tenido una coronada de laurel. Por su parte no puede sino sentir cierto remordimiento. Pero que él de verdad se dé cuenta de lo que ha hecho sería una carga demasiado pesada que no podría soportar. Pero a veces debe de pensar en ello. Así que en tu carta cuéntame cómo vive, cuáles son sus ocupaciones, su modo de vida [....].

Háblame del mundo de sombras que tanto amé. Y de su vida y su alma háblame también. Siento curiosidad por quien me envenenó, y en mi dolor hay piedad.

ÓSCAR.

"Oscar Wilde: Una vida en cartas"
Christopher Merlin Vyvyan Holland (nieto de Oscar Wilde)
Editorial: Alba
ISBN: 84-8428249X

Salomé, el amargo sabor del amor


¡Ah, no podías tolerar que besara tu boca, Iokanaán! ¡Bien! Ahora la besaré. La morderé con mis dientes como se muerde un fruto maduro. Sí, besaré tu boca. Iokanaán. ¿Acaso no te lo dije? Ahora la besaré.
Pero, ¿por qué no me miras, Iokanaán? Tus ojos, antes tan terribles, tan llenos de furia y desprecio, ahora están cerrados. ¿Tienes miedo de mí, Iokanaán, y por eso no me miras?...


Y tu lengua, que era como una sierpe roja arrojando veneno, ya no se mueve, no dice nada ahora, Iokanaán, esa víbora escarlata que escupía su veneno sobre mí. Nada querías tener conmigo, Iokanaán. Me rechazaste. Pronunciaste palabras malignas en mi contra. ¡Me trataste como a una ramera, como a una libertina, a mí, Salomé, hija de Herodías, princesa de Judea!


Y bien, Iokanaán, yo sigo viva y tú estás muerto y tu cabeza me pertenece. Puedo hacer con ella cuanto se me antoje. Puedo arrojársela a los perros y a las aves del cielo… Ah, Iokanaán, Iokanaán, fuiste el único hombre al que amé. Los demás me resultan odiosos. ¡Pero tú eras hermoso! Tu cuerpo era una columna de marfil colocada sobre una cavidad de plata. Era un jardín lleno de palomas y azucenas de plata. Era una torre de plata revestida de marfil. No había nada en el mundo tan blanco como tu cuerpo. No había nada en el mundo tan negro como tu pelo. En el mundo no había nada tan rojo como tu boca. Tu voz era un incensario que esparcía perfumes exóticos, y cuando te miraba oía una rara música.


¡Ay!, ¿por qué no me miraste, Iokanaán? Detrás de tus manos y de tus maldiciones ocultaste tu rostro. Tapaste tus ojos con el velo de quien hubiera visto a su Dios. Bien, viste a tu Dios, Iokanaán, pero a mí, a mí jamás me viste. Si me hubieses visto me habrías amado. Yo te vi., Iokanaán, y te amé. ¡Oh, cómo te amé! Todavía te amo, Iokanaán, sólo a ti te amo… Estoy sedienta de tu belleza, hambrienta de tu cuerpo, y ni las frutas ni el vino pueden saciar mi apetito. ¿Qué haré ahora, Iokanaán? Ni los torrentes ni los océanos pueden mitigar mi pasión. Yo era una princesa y me despreciaste. Era virgen, y me arrebataste la virginidad. Era casta y llenaste mis venas de fuego… ¡Ay, ay!, ¿por qué no me miras, Iokanaán? De haberme mirado me hubieras amado. Me hubieras amado, lo sé, y el misterio del amor es más grande que el misterio de la muerte. Sólo cabe respetar el amor.

¡Ah! Besé tu boca, Iokanaán. Besé tu boca. Sentí un sabor amargo en los labios. ¿Sería el sabor de la sangre…? Aunque, tal vez, sea el sabor del amor… El amor, dicen, tiene un sabor amargo… Pero, ¿y qué? ¿Y qué? Besé tu boca, Iokanaán.

Fragmento: Salomé de Oscar Wilde

"La casa de la ramera"

Oscar Wilde, 1892


Seguimos los pasos de unos pies que danzaban;
vagábamos por las calles a la luz de la luna
y nos detuvimos ante la casa de la ramera.

Adentro, por encima de la tromba y la refriega,
los músicos tocaban con furia
el «Treues Liebes Herz» de Strauss.

Como extrañas maquinarias grotescas,
dibujando arabescos fantásticos,
las sombras corrían por la cortina.

Vimos girar a los bailarines espectrales
al son de la trompa y el violín,
como hojas negras agitándose al viento.

Igual que autómatas de alambre,
los esqueletos de silueta tenue
movíanse sigilosos mientras danzaban la lenta cuadrilla.

Se tomaron unos a otros de la mano,
y bailaron una zarabanda majestuosa.
Sus risas resonaban diáfanas y estridentes.

A veces una figurilla de reloj estrechaba
en sus brazos a un amante fantasma;
a veces parecía que intentaba cantar.

A veces una horrible marioneta
salia y fumaba un cigarrillo.
sobre los escalones, como si tuviera vida.

Entonces, volviéndome a mi amor dije,
«Los muertos bailan con los muertos,
el polvo gira con el polvo».

Pero ella... ella oyó el violín,
y dejó mi lado, y entró:
el amor pasó a la casa de la lujuria.

Luego, de pronto, la tonada se volvió falsa,
los que danzaban se cansaron del vals,
las sombras cesaron de girar y agitarse.

Y por la calle larga y silenciosa,
la aurora, ataviados los pies con sandalias de plata,
se deslizó como una muchacha asustada.

Mis Musas Dormidas

Camino tímida hacia adentro,
me sostengo en las venas para no caer
un corto recorrido
se hace inmenso
en la ruta del dolor
busco mi paz
mi luz secreta
las profundas aguas

mi tierra del misterio
donde viven las hadas
donde soplan las palabras
donde nacen los versos

El duelo ha velado las entradas
clausurado las puertas
desvia los caminos
me expulsa afuera

Es que no vivo si las palabras mueren
si las letras se entierran
si caen las hojas
en permanente otoño
sin primavera

Si retrocedo, muero
si avanzo tambien muero
ahí vive el dolor reciente
la palabra pohibida
la última imágen
el recuerdo

No me detengo
cada tecla es un cerro
que piso firme
miro el sentimiento que yace profundo
lo bordeo
en las profundas aguas
 duermen mis musas
aguardando el regreso

Allia Hakima Kader Tetik
todos los derechos reservados




Algo de mi

...no es la historia de mi vida. No tiene ningún orden cronológico mas que en los sentimientos y algunos hechos aislados fuera de tiempo que dejaron algún mensaje fuerte para acercarme un poco mas al conocimiento. Diría "parajes aislados
"donde he recalado en el camino -nada extaordinario-pero si absolutamente sincero y veraz; no tendría sentido hacerlo de otra manera.

AsÍ , supongo a muchos, les dejará algunas sensaciones y emociones íntimas parecidas a todos. No se si hay un antes y un despues…porque cuando me sitúo en el tiempo siento que esto me limita y a decir verdad los sentimientos brotan siempre a destiempo.. en cualquier momento y en cualquier lugar y solo los detona el amor, el dolor, la incomprensión, la fatiga, la locura , esta finitud en cada uno de los hechos. Solo puedo decir que antes la vida era un árbol seco y mi corazón un nido abandonadado en él.

Me gusta reflejar mis íntimos sentimientos siempre en lo simple de la naturaleza…y todo me sugiere lo que despues plasmo en un papel. Yo sé que ese árbol alguien lo plantó o no, cuidó o no , pero ahora brota cada primarera, se seca cada otoño y sigue su ciclo normal cada año. Para mi, la vida cumple cuatro ciclos y esta es mi primavera, por eso me animo a escribir porque deseo compartir mis flores y su aroma, todo lo mejor de mi .Lo demás habrá quedado en las raíces.

La sabia fue y siempre será Dios.
Y este es el único y último propósito por el que escribo y porque muchos amigos que bien me aman me pidieron que lo haga .Es para todos ellos :los que me alentaron que se los dedico desde el más profundo amor que brota de mi corazón y la más auténtica humildad. Kader.

"Pequeños botes"



( Cuando conocí a Sabrí y ninguno conocía el idioma del otro...fue así que las palabras se conviertieron en pequeños botes.)


Como un rosario que desgrana en rezo
así te fui dando las palabras
Te acerqué al lago cristalino de mis ansias
por que llegaras precoz en el encuentro....

día a día te endulzaba
en hilos de letras tus deseos
y fui soltando tus pequeños botes
hacia el mar..del amor

..palabras de amor..
..dulces peces de un color intenso,
que al acuario de tu boca dieron forma
para llegar al cielo...

notas de un sonido lejano,
de instrumento sin nombre
que se pliega al viento
y lo va transformando.

Fue el sonido del mar
pero envuelto en el espejo de lo que soñamos.
...fue el climax de un pájaro que libre se remonta a las nubes.

...ahh mi vida las palabras....
cada una que te di
para llegar a mi, alcanzarme
justo aquí
en el centro del corazón ahora partido.,
aquí
en la sangre de la piel descarnada
dolida por el fuego


Pero el fuego no alcanza para matar el alma
e incendiarla ,junto a las palabras...
.porque quedaron en ti para gastarlas .
...como moneda falsa que no sirve
solo para inventar las circunstancias...


Te las dejo, no puedo recobrarlas
estan desplegadas en un cielo
que ya no me abarca...
un espacio de tiempo que en su barca
  surca el dolor




Vuela el tiempo...
vuela el amor....vuelan los sueños, el alma
como un par de alas abandonadas....vacía está de las palabras.
y se niega al vuelo.

Muerta esta la dulce añoranza
del lugar que no alcanzamos...
porque voló con la ilusión ..
en el medio del espacio

mis palabras..

fueron niños que en mi vientre
se gestaron para ti como pequeños
jugaron en este corazón
  desierto.


No alcanzó el sueño
para retener esos hijos
 que en palabras se fueron.


Alliá Hakima Kader Tetik
todos los derechos reservados.

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"La calle de las mariposas"

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